Identifico e indago sobre los problemas que afectan directamente a mi comunidad, como consecuencia de la implementación o el retiro de bienes y servicios tecnológicos. Propongo acciones encaminadas a buscar soluciones sostenibles dentro un contexto participativo.
BIENES Y SERVICIOS TECNOLÓGICOS
Los bienes y servicios tecnológicos (los productos tecnológicos) son todos aquellos que responden a las necesidades de las personas y se obtienen a partir de las diferentes tecnologías. En general, hay tres tipos de productos:
* Bienes: los bienes son los artefactos y materiales. Por ejemplo, un televisor, una moto, un ten, la ropa, la madera, los medicamentos, etc. Estos productos se obtienen a partir de la transformación y elaboración de distintas materias primas (sustancias naturales o parcialmente modificadas).
*servicios: los servicios son los beneficios provenientes de la organización del trabajo grupal o individual destinados a cuidar los intereses o a satisfacer necesidades del público o de alguna entidad oficial o privada. Por ejemplo, los servicios de correo, salud, bomberos, control de calidad, información al consumidor, saneamiento ambiental, seguridad, transporte, etc.
* Procesos: los procesos son las técnicas que se desarrollan para mejorar la producción. Por ejemplo, los métodos que emplea la biotecnología y la ingeniería genética para obtener semillas de mejor calidad, medicamentos, fragancias, vacunas, etc.
* Bienes: los bienes son los artefactos y materiales. Por ejemplo, un televisor, una moto, un ten, la ropa, la madera, los medicamentos, etc. Estos productos se obtienen a partir de la transformación y elaboración de distintas materias primas (sustancias naturales o parcialmente modificadas).
* Procesos: los procesos son las técnicas que se desarrollan para mejorar la producción. Por ejemplo, los métodos que emplea la biotecnología y la ingeniería genética para obtener semillas de mejor calidad, medicamentos, fragancias, vacunas, etc.
sistemas tecnológicos y la sociedad
Hemos dicho que una forma de comprender la relación entre tecnología-ingeniería y sociedad, es partir de los sistemas tecnológicos. Al respecto tomaremos la propuesta de Tomas Hughes (1983) para explicar esta situación. Hughes estudió los sistemas eléctricos de potencia de comienzos del siglo XX, mostró que los sistemas tecnológicos contienen complejos y desordenados componentes que interactúan en la solución de los problemas. Los componentes de los sistemas tecnológicos son artefactos físicos, organizaciones, componentes usualmente descritos como científicos, artefactos legislativos y los recursos naturales. Las personas, inventores, científicos, industriales, ingenieros, gerentes, financieros y trabajadores; son componentes del sistema, pero no deben ser considerados como artefactos del mismo ya que tienen grados de libertad que no contienen los artefactos.
Hughes explica la relación entre tecnología y sociedad a partir del concepto denominado Momentum tecnológico, es decir, la propensión de las tecnologías por desarrollar trayectorias previamente definidas en un determinado momento de su desarrollo. Dice Hughes que cuando el sistema es joven, el entorno configura el sistema. A medida que el sistema va siendo mayor y más complejo, va cobrando impulso o momentum y el sistema es cada vez menos configurado por su entorno y por el contrario el sistema se convierte en el elemento que más configura la sociedad. En otras palabras, el sistema configura la sociedad y es configurado por ella.
En su estudio, muestra como la EBASCO , sociedad de cartera americana de los años 20, especializada en el sector eléctrico; un sistema tecnológico maduro que involucraba compañías eléctricas, servicios de finanzas, gestión, inventores, ingenieros, así como instituciones de formación e investigación y consultora, entre otros; y que contaba a su vez con un núcleo técnico (físico y lógico); Hughes muestra cómo en algunas ocasiones el núcleo técnico de EBASCO fue la causa del desarrollo de la sociedad y en otras fue el efecto. El sistema configuró la sociedad y fue configurado por ella. A esto le denominó impulso tecnológico.
De donde Hughes concluye que los constructivas sociales tienen una clave para comprender la conducta de los sistemas jóvenes, al considerar que los grupos sociales o de interés definen los artefactos y les dan significado. Mientras que los deterministas parecen tener razón, en el caso de los sistemas tecnológicos maduros. Sin embargo, el concepto de momentum o impulso tecnológico constituye un modo de interpretación aún más flexible y acorde con la historia de los grandes sistemas tecnológicos. Permite considerar que la configuración es más fácil antes de que el sistema haya adquirido componentes políticos, económicos y de valores. Hughes no sostiene que los sistemas se vuelvan autónomos, sino que más bien alcanzan momentum, es decir, su desarrollo continúa gobernado por la inercia de su propio movimiento. Antes que hablar de determinismo tecnológico, habría que centrarse más bien en todas las fuerzas en juego, e intereses invertidos en la estabilización de una trayectoria tecnológica dada. A ello se suma la diversidad de mecanismos de regulación que una sociedad construye para que sus objetivos sociales y económicos intervengan las trayectorias de los sistemas tecnológicos.
Los sistemas tecnológicos serían burocracias reforzadas por infraestructuras físicas o técnicas. Lo social y lo técnico se interrelaciones en los sistemas tecnológicos, en lo que se ha llamado un tejido sin costuras. Pero se trata de una inateracion que no es simétrica a lo largo del tiempo, los sistemas tecnológicos evolucionan dependiendo del tiempo.
Hughes destaca que los ingenieros son en gran medida los constructores de los sistemas tecnológicos, ya que son capaces de coordinar actividades deinnovacion , resolver problemas organizativos, encontrar recursos de financiación o responder a los cuestionarios políticos. El caso de Tomas Edison es pragmático, más que un inventor, es el constructor del sistema eléctrico de potencia, en donde combina conocimientos, capacidad organizativa y resolución de problemas, consiguiendo reunir los intereses financieros, políticos y sociales necesarios para el desarrollo del sistema.
La idea del ingeniero como constructor de sistemas ha sido planteada de manera equivalente por autores como Michel Callon (1987), en términos de ingeniero-sociólogo. Un ingeniero-sociólogo logra enrolar o interesar a diferentes actores en un proceso de innovación, acercando igualmente los componentes físicos, organizativos y sociales que entrarían en juego en el sistema. También Carl Mitcham (2001), se ha referido a los ingenieros destacando que son los filósofos no reconocidos del mundo postmoderno. Lo distintivo de la base material de la posmodernidad es una materialidad ingenieril, comenta Mitcham.
La propuesta de Pacey como modelo de entender la tecnología como sistema y la de Hughes para articular el sistema con la sociedad, nos deja ver que el ingeniero y por consiguiente la ingeniería, no se circunscribe a una relación con la tecnología en sentido restringido, sino que el ingeniero actúa en un campo social en muchas direcciones. Es a partir de los sistemas tecnológicos como unidad de análisis que entendemos los efectos de la ingeniería sobre la sociedad, en donde la tecnología configura la sociedad y la sociedad configura la tecnología.
Ingeniería y paradigma tecno-económico
El concepto de sistema tecnológico podemos ampliarlo en una dimensión histórica, para referirnos a grandes momentos de desarrollo tecnológico y sus efectos en la sociedad, en este sentido es útil el concepto de paradigma tecno-económico.
Los sistemas tecnológicos con sus procesos de innovación están en la base de los cambios tecnológicos y por consiguiente de los cambios en el conjunto de la economía y la sociedad. Estos cambios o "revoluciones tecnológicas" no sólo hacen aparecer nuevos productos, servicios, sistemas e industrias, sino que afectan directa o indirectamente a todas las ramas de la economía. Para referirse a estas transformaciones, Freeman y Pérez (1988) emplean el concepto de paradigma tecno-económico, destacan que no sólo influye en las trayectorias tecnológicas de determinados productos y procesos, sino que modifican las estructuras de costos, las condiciones de producción y distribución de todo el sistema económico.
Un paradigma tecno-económico es concebido como un tipo ideal de organización productiva, que define el contorno de combinaciones más eficientes y de menor costo durante un período dado y sirve, en consecuencia, como norma implícita orientadora de las decisiones de inversión y de innovación tecnológica. Con un nuevo paradigma nace una manera óptima tecnológica y organizativa de hacer las cosas. Habría que considerar el trabajo de la ingeniería en la construcción de los paradigmas tecno-económicos, mediante los sistemas tecnológicos.
Históricamente es posible ver esta relación mediante cinco ondas de largo plazo, a lo largo de la sociedad capitalista, según Freeman y Pérez (1988). La figura 1A, transcrita de Pérez, muestra gráficamente la sucesión de dichas ondas largas.
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